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lunes, 30 de marzo de 2020
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sábado, 28 de marzo de 2020
¿Qué es la Ludopatía?
La ludopatía No es un vicio, No es un pecado, No es propio de personas débiles, negativas, “sin personalidad” ni tampoco de personas con mucho tiempo libre. La ludopatía o juego patológico es considerado un problema psicológico que afecta diversos aspectos de la vida (personal, familiar, laboral, social y económica).
La persona afecta su capacidad para poder autocontrolarse y le es difícil decir NO, siendo incapaz de aplazar el impulso o deseo por jugar. Con frecuencia un familiar o las personas más cercanas van detectando los cambios en su estado de ánimo (irritabilidad, mal humor, poca tolerancia, preocupación intensa, ansiedad, insomnio, etc.). No necesariamente aquella persona con un diagnóstico de ludopatía acude diariamente y a toda sala de juego que encuentra a su paso, sino más bien por lo general fija su atención en una o dos y puede acudir solo fines de semana, veces por semana, veces al mes.
El comportamiento de juego desadaptativo será caracterizado por lo menos por cinco o más de los siguientes criterios:
- Preocupación por el juego (ej., preocupación por revivir experiencias pasadas de juego, compensar ventajas entre competidores o planificar la próxima aventura, o pensar formas de conseguir dinero con el que jugar).
- Necesidad de jugar con cantidades crecientes de dinero para conseguir el grado de excitación deseado.
- Fracaso repetido de los esfuerzos para controlar, interrumpir o detener el juego.
- Inquietud o irritabilidad cuando intenta interrumpir o detener el juego.
- El juego se utiliza como estrategia para escapar de los problemas o para aliviar la disforia (p.ej., sentimientos de desesperanza, culpa, ansiedad, depresión).
- Después de perder dinero en el juego, se vuelve otro día para intentar recuperarlo (tratando de 'cazar' las propias pérdidas).
- Se engaña a los miembros de la familia, terapeutas u otras personas para ocultar el grado de implicación con el juego.
- Se cometen actos ilegales, como falsificación, fraude, robo o abuso de confianza para financiar el juego.
- Se han arriesgado o perdido relaciones interpersonales significativas, trabajo, pareja y oportunidades educativas o profesionales debido al juego.
- Se confía en que los demás proporcionen dinero que alivie la desesperada situación financiera causada por el juego.
CAUSAS
La ludopatía no tiene una relación directa con ninguna causa concreta, sino que es un conjunto de factores lo que puede conducir a desarrollar un trastorno de juego patológico. Aunque es una enfermedad que se desarrolla de forma diferente en función de la predisposición y el entorno del individuo, se establecen diferentes factores de riesgo:
- Genética
Parece que la dotación genética influye en la ludopatía, ya que se ha constatado que los hijos de padres jugadores tienen mayor riesgo de acabar siendo ludópatas que los hijos de personas no jugadoras. No obstante, el juego no es un rasgo físico o psíquico que se transmita de padres a hijos, sino que lo que el hijo hereda es una cierta propensión a hacerse adicto en caso de exponerse al juego.
- Entorno familiar y social
El entorno más directo (padres y educadores) representa el modelo de aprendizaje e imitación de muchos jóvenes. Si se fomenta el juego sin restricción o se practica como un hábito normal dentro del entorno, existe el riesgo de que más adelante el joven se convierta en un jugador patológico. Por otro lado, el entorno social (amistades y grupos sociales en general), unido a un problema o falta de asertividad, también puede suponer un factor de riesgo.
- Problemas psicológicos y sociales
Las personas que estén pasando por momentos de inestabilidad psicológica o que tenga problemas personales y sociales representan un grupo de riesgo importante a la hora de desarrollar ludopatía. El juego puede servir de escape para huir de la realidad y acabar convirtiéndose en un hábito patológico necesario.
- Estructura del juego y publicidad
La mayoría de las formas de juego que pueden causar ludopatía; máquinas tragaperras, bingo, juegos de casino, etcétera, tienen un componente adictivo que se basa en la repetición de una conducta que se premia y que crea expectativas de ser premiada. Muchos juegos están pensados para enganchar, si los jugadores además, asocian ese hábito a momentos determinados, como una pausa para tomarse el café o cualquier tipo de ocio y disfrute, se refuerza la acción de jugar y se puede llegar a convertir en una necesidad”.
En algunos casos, existe publicidad que se lanza de forma constante y que refuerza la idea de que el juego puede ser un medio para resolver problemas económicos y otro tipo de situaciones conflictivas derivadas de la escasez económica.
https://cuidateplus.marca.com/enfermedades/psiquiatricas/ludopatia.html
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SÍNTOMAS
La ludopatía se manifiesta a través de las consecuencias que derivan del juego patológico. Se hace visible a raíz de los cambios que el juego produce en los hábitos y conducta de los jugadores, que comienzan un período de autodestrucción. Los signos que pueden indicar un caso de ludopatía son:
- Abandono de la vida laboral y social: El juego empieza a ocupar un lugar preponderante en la vida de los individuos, que comienzan a despreocuparse de su vida laboral y de sus relaciones sociales. La pasividad repentina y la conducta excesivamente reservada, asociadas a factores como que la persona acuda de forma frecuente al casino o que esté constantemente apostando en internet, pueden indicar un caso de juego patológico.
- Problemas económicos: Gastos imprevistos, préstamos, falta de dinero, etcétera. Todo esto hace que el individuo pueda recurrir a la mentira para eludir responsabilidades y ocultar las consecuencias derivadas de su ludopatía.
- Trastornos de ansiedad y depresión: El ludópata tiene necesidad de seguir apostando, a pesar del daño que le hace. Su mente está preocupada por las apuestas, en obtener fórmulas para ganar y en conseguir dinero para apostar. Todo esto, unido al hecho de que en muchas ocasiones el ludópata no tiene acceso al juego, puede provocar trastornos de ansiedad. Por otro lado, el conjunto de problemas económicos, mentiras acumuladas, deterioro de las relaciones sociales y familiares y el resto de situaciones conflictivas que conlleva el juego patológico pueden conducir a una depresión.
- Cambios en la personalidad: Los problemas derivados de la ludopatía y la necesidad constante de jugar pueden producir cambios en la conducta, como irritabilidad, falta de comunicación o, incluso, agresividad.
Fases en el desarrollo del juego
El juego patológico sigue un patrón uniforme, el cual suele comenzar habitualmente en la adolescencia, aunque puede hacerlo en cualquier edad, yendo desde las primeras apuestas hasta la pérdida total del control, en un promedio de cinco años (con límites entre uno y veinte años). El jugador pasa entonces por tres fases:
Fase de ganancia
- Al principio, se dan frecuentes episodios de obtención de premios, que llevan al jugador a una mayor implicación en el juego y a creer que es un jugador excepcional.
- Durante este periodo las cantidades apostadas son pequeñas y la realización de estas no son más esporádicas. Estas ganancias le producen una gran excitación y expectativas de que puede ganar aún más dinero.
- Esta fase puede durar desde varios meses hasta varios años.
Fase de pérdida
- Debido el optimismo que caracteriza al jugador en la fase previa de ganancia, con el objetivo de conseguir mayores premios arriesga cada vez más, pero comienza a perder dinero, perdiendo más cuanto más apueste.
- Una vez que la persona se ha hecho jugadora habitual, el factor más importante que va a posibilitar que se convierta en jugador patológico es su accesibilidad al préstamo.
- Se produce el fenómeno de “caza” consistente en que el jugador cada vez juega más para intentar poner fin a sus deudas y cada vez pierde más y éstas son mayores.
- En este momento puede aparecer la idea de que el juego no sea la forma más fiable de obtener dinero pero es más fuerte la de “ganar es fácil”. En este momento ya no juega para ganar sino para recuperar lo perdido.
- Préstamos, sueldo gastado en juego, pequeños robos o estafas, relaciones familiares y laborales deterioradas son algunas de las consecuencias que siguen, y que van a agravar más aún el problema al no conseguir dinero y perder el que ha conseguido ya in extremis.
- En este momento el jugador se ve obligado a confesar su problema a la familia, amigos, etc., y decide, e incluso promete que va a dejar de jugar. Esto dura poco tiempo y pronto, una vez conseguido dinero, vuelve de nuevo a jugar.
Fase de la desesperación
- En esta fase el juego alcanza gran intensidad en el jugador, viviendo éste sólo para jugar. Se despreocupa totalmente de la familia, amigos y trabajo. Esto exige aumentar los riesgos, verse implicado en mayores problemas financieros y legales.
- En este punto, la gran mayoría de los jugadores patológicos ya han perdido su trabajo. Se les incrementa el nerviosismo e irritabilidad, tienen problemas de sueño, comen poco y su vida les resulta poco placentera. Se sienten psicológica y fisiológicamente agotados; en suma, desesperados.
- Todo esto produce en el jugador un estado de pánico ocasionado por sus enormes deudas, el deseo de devolver el dinero rápidamente, la recuperación de su familia, si no se ha producido una ruptura o divorcio, y amigos, el desarrollo de una reputación negativa, problemas de depresión o ideas de suicidio y un deseo nostálgico de recuperar aquellos primeros días de ganancia en la primera fase.
- En este punto percibe pocas alternativas: el suicidio, la cárcel, escapar o buscar ayuda.
Existen autores que hablan sobre una cuarta fase la de la desesperanza o abandono.
- En ésta los jugadores asumen que nunca podrán dejar de jugar. Incluso sabiendo que no van a ganar siguen jugando; tienen la necesidad de jugar por jugar, juegan hasta quedar agotados.
- El pronóstico en estos momentos es muy negativo, pues a sus conductas de juego compulsivo se une el convencimiento de que es inútil hacer nada para intentar solucionarlo.
Tipos de Juego Que Pueden Crear Adicción
Los tipos de ludopatía se determinan en función de la forma de juego a la que se enganche el individuo. Cada juego tiene su propia estructura y componente adictivo:
- Máquinas tragaperras:
- Su componente adictivo se basa en reforzar la conducta a través de premios.
- El individuo introduce una moneda y la máquina le premia esa conducta; aunque en la mayoría de ocasiones no se obtiene ninguna recompensa, siempre que la máquina otorgue algún premio reforzará la conducta de echar la moneda.
- También sigue otras estrategias visuales y auditivas, como es la música.
- Juegos de azar:
- Aunque en este tipo de juegos (lotería, bingo, apuestas, etcétera) exista una intermitencia del refuerzo de la conducta (dependiendo del tipo de juego, es difícil conseguir un premio), se basan en el azar y la creación de expectativas, que en ocasiones se ven cumplidas y premian la conducta.
- Juegos de rol:
- Responde a un tipo de juego patológico que se aleja, en cierto grado, del perfil del ludópata tradicional.
- El principal componente adictivo de los juegos de rol es la huida de la realidad que ofrecen.
- Aunque quizá no se den los problemas económicos que acarrean otros tipos de ludopatía, causa el mismo deterioro y problemas personales y sociales que el resto.
¿Qué son los juegos de azar?
Los juegos de azar son todos aquellos juegos en los que el hecho de ganar no depende del jugador en sí, sino que intervienen otros factores como son la probabilidad y la estadística. Así pues, mientras menos probabilidades haya de acertar mayor será el premio otorgado al jugador.
Claro está, y es que hay otros juegos de azar donde la habilidad del jugador puede influir de manera determinante. En este ámbito tenemos juegos como son los naipes y el póquer. Aunque el factor del azar juega un rol fundamental debido a que las cartas se reparten sin mantener un orden o una regla específica. Todo dependerá de las cartas que le toquen a cada jugador y, a partir de allí, se comenzará a construir el juego. Es aquí donde interviene la habilidad del jugador.
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