Para empezar diremos que el juego se legalizó en España en 1977, a partir de este punto
observaremos que el juego ha ido creciendo exponencialmente llegando a una mayoritaria
población que accede y juega a este tipos de juegos de azar. Una vez dicho esto vamos a
explicar el panorama español:
✓ El 84,8% de los residentes en España (29 millones de personas) jugaron algún juego
durante 2018,pero antes de 2012 jugaba más del 87%, en 2010 superó el 90%.
- Los juegos en los que hay más participación son el Gordo de Navidad (73,7%), El Niño (44,3%),las loterías primitivas (40,1%) y los cupones de la ONCE (25,2%). Quienes tienen problemas económicos (para pagar la hipoteca o suministros domésticos) sólo juegan al Gordo de Navidad, El Niño, primitivas y cupones de la ONCE. Es decir, juegos que por una cantidad mínima pueden solucionar la vida o sacar del apuro.
- Menos del 10% juega en bingos, salones de juego, casinos o apuestas deportivas. El 4% juega online.
- Quienes juegan tienen un comportamiento racional. El 92% que juega en casinos, bingos, salones de juego, máquinas en hostelería o apuestas considera que lo que pierde es como pagar la entrada a un espectáculo. El coste por un rato de entretenimiento.
- La gran novedad de 2019 ha sido las loterías instantáneas de la ONCE que ha conseguido una considerable presencia entre los menores de 25 años, el punto débil de sus cupones.
- El gasto en juego de azar en España, fue de 33.396 millones de euros, lo cual representa aproximadamente el 3% del PIB (INE, 2016). Este repunte ha sido debido, en gran parte, al gasto en las nuevas modalidades de juego por Internet: póquer online, juegos de casino online (blackjack, ruleta, tragaperras online) y apuestas.
Con este panorama, es previsible que jóvenes y adolescentes sean un colectivo afectado por
los problemas que puede acarrear el juego y que en el caso de adolescentes el problema sea mayor,
debido a su especial vulnerabilidad para la adicción, todo lo cual hace que sea necesario
implementar programas específicos de prevención de adicción al juego, así como de tomar las
necesarias medidas regulatorias.
Los adolescentes se inician en los juegos de azar online a una edad temprana, entre los 10 y
los 13 años; juegan rodeados por un clima familiar, social y recreativo en el que son bienvenidos
como jugadores por los propios miembros de la familia o amigos mayores de la propia comunidad.
En España, donde la práctica de las apuestas es menos aceptada socialmente que en otros
países, el porcentaje de niños y jóvenes entre 12 y 20 años que juegan en Internet se sitúa en
torno al 18%. Aunque la mayoría de los adolescentes juegan ocasionalmente y no experimentan
problema alguno, la investigación académica sugiere que los adolescentes como grupo
constituyen una población de riesgo respecto al juego problemático.
Los estudios de prevalencia muestran que entre un 2% y un 8% de los adolescentes sufren
problemas con el juego y que otro 10-15% están en riesgo de desarrollarlos.
El “juego problemático” no hay que confundirlo con el trastorno de juego. Sencillamente es una medida estadística sociológica acerca de la población que podría desarrollar un problema por su nivel de atención al juego, pero no es un diagnóstico clínico, son dos cosas muy diferentes, sobre ambas hay información.
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